NUEVA SEÑAL S-28 CALLE RESIDENCIAL

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NUEVA SEÑAL S-28 CALLE RESIDENCIAL

#Seguridad Ciudadana #Urbanismo 29/05/2024

MENOS QUE 30

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Desde los años setenta del siglo pasado, se han desarrollado en Europa nuevos conceptos de diseño y gestión de las calles cuyo fin es modificar las prioridades de utilización del espacio público, restando preponderancia a la función circulatoria en aras de las funciones convivenciales y estanciales. De hecho, en ocasiones se emplea en término de calles de prioridad invertida, subrayando así la modificación jerárquica que conllevan algunas regulaciones y diseños viarios, en los que el peatón y la bicicleta cobran protagonismo y en las que se plantea la coexistencia de usos distintos del espacio público, incluido el juego.

Calles con limitación a 20 km/h o menos

En España esas opciones novedosas de diseño se incluyeron en la legislación de seguridad vial en los años noventa del siglo pasado, con la incorporación en la señal S-28, con un formato muy parecido al empleado en otros países europeos.

Calle residencial

Indica las zonas de circulación especialmente acondicionadas que están destinadas en primer lugar a los peatones y en las que se aplican las normas especiales de circulación siguientes: la velocidad máxima de los vehículos está fijada en 20 kilómetros por hora y los conductores deben conceder prioridad a los peatones. Los vehículos no pueden estacionarse más que en los lugares designados por señales o por marcas.

Los peatones pueden utilizar toda la zona de circulación. Los juegos y los deportes están autorizados en ella. Los peatones no deben estorbar inútilmente a los conductores de vehículos.

En esa definición del Reglamento General de Circulación, las calles residenciales tienen varias características fundamentales para el diseño viario y los comportamientos esperables de las personas que conducen o caminan por ellas:

• Deben estar acondicionadas de un modo especial que estimule un cambio en los comportamientos

• La prioridad es peatonal. Las personas pueden cruzar en cualquier punto, utilizar toda la calle, de fachada a fachada, incluso para el juego, pero no estorbar innecesariamente a las personas que conducen

• La velocidad máxima de circulación es 20 km/h

• El estacionamiento solo se puede efectuar en las zonas habilitadas para ello

Una de las configuraciones habituales de las calles residenciales, reguladas con la señal S-28 es la "calle de plataforma única", en la que la diferenciación entre acera y calzada no viene marcada por una diferencia de altura, quedando los espacios peatonales y de circulación en el mismo plano.  

Como se ha mencionado anteriormente, la modificación del artículo 50 del Reglamento General de Circulación establece los 20 km/h como límite de velocidad en vías de plataforma única de calzada y acera. La legislación de accesibilidad también ha propiciado la extensión de este tipo de calles al establecer que, si no hay una anchura o una morfología de la vía que permita la separación entre los itinerarios vehicular y peatonal a distintos niveles, se adopte una solución de plataforma única de uso mixto.

Estas calles tienen defensores y detractores, muchas veces no por el concepto en sí, sino por las soluciones de diseño aplicadas que, en ocasiones, facilitando, por ejemplo, la movilidad en sillas de ruedas o de las personas que empujan carritos infantiles o de compra, no han tenido en cuenta, sin embargo, las necesidades de algunos colectivos de personas con discapacidad, como pueden ser las personas ciegas, las cuales se pueden sentir perdidas ante la falta del bordillo como referencia de su deambular.

El número de vehículos motorizados debe ser reducido, por lo que están indicadas allí donde solo hay tráfico local de acceso. La velocidad máxima de 20 km/h se puede favorecer con diferentes técnicas de ordenación de los sentidos circulatorios y dispositivos de calmado del tráfico. Las entradas a las calles residenciales deberían ser percibidas no solo gracias a la señal S-28, sino a la propia configuración física de la calle, que debe propiciar la pacificación del tráfico y perder el tradicional aspecto circulatorio (señalización horizontal, segregación, linealidad de las perspectivas, etc.).

Una opción de diseño frecuente en estas calles es la plataforma única de calzada y acera, que propicia el cruce peatonal en cualquier punto. La pavimentación, la ordenación de las plazas de aparcamiento, el mobiliario urbano, el arbolado y la iluminación deben también conformar un paisaje viario coherente con la gama de usos y de comportamientos que cabe esperar en estas calles.

Las calles de Estepa afectadas por esta nueva señalización son la calle Cristo de la Sangre y el acceso a los aparcamientos y pistas deportivas del entorno CEIP Ntra Sra De Los Remedios Estepa - Sevilla